Monday, August 14, 2006

 
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Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto
El Universal
Lunes 14 de agosto de 2006
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De la resistencia a la insurgencia
Con su discurso de ayer en el Zócalo, preámbulo del fin del recuento parcial de votos que hoy concluye el Tribunal Electoral, Andrés Manuel López Obrador anunció que su lucha y la de quienes le siguen, ya no espera nada de las instituciones y tampoco reconocerá sus fallos y decisiones. El llamado del tabasqueño a sabotear la declaración de Presidente electo y a protestar en el próximo Informe de gobierno, junto con su convocatoria a una "Convención Nacional Democrática" el día de la Independencia, es en los hechos el fin de la "resistencia pacífica" y el llamado y comienzo de una insurgencia popular que, fuera de toda vía institucional, encabezan el perredista y su partido.

López Obrador inició con ese mensaje una nueva etapa de su movimiento; el llamado de ayer es a la insurgencia civil, ya no sólo a través de acciones de resistencia que dañan a terceros, sino a la creación de un poder dual, paralelo a los poderes legalmente establecidos. Y al pretender crear instituciones paralelas, como sería la llamada Convención Nacional Democrática, Andrés Manuel lleva su movilización a la creación de un ambiente pre-revolucionario que rompe con el orden legal y social establecido para crear uno nuevo con sus propios poderes e instituciones.

A eso, en los hechos, está llamando el candidato presidencial del PRD a sus seguidores, aunque no se los diga con toda la claridad y la honestidad que debiera. Porque, aunque no hay en su discurso ninguna alusión a la vía insurgente o al alzamiento, López Obrador lleva esa ruta y ayer pasó, al anticipar que desconocerá el fallo del Tribunal y hablar de un sabotaje a la declaración de "Presidente electo" de Felipe Calderón, de la vía electoral a la vía insurgente.

No es casual que Andrés Manuel haya decidido tomar para su Convención Nacional Democrática el mismo nombre que en agosto de 1994 utilizó el EZLN y el subcomandante insurgente Marcos para nombrar a aquella asamblea realizada en un paraje de la selva chiapaneca, rebautizado como "Aguascalientes". Tanto Marcos como López Obrador toman la idea de su "gran asamblea constituyente" de aquella Convención Revolucionaria sostenida por los principales caudillos y facciones de la Revolución Mexicana en octubre de 1914, en el estado de Aguascalientes, y de donde surgieron muchas de las ideas y preceptos que después quedarían contenidas en la Constitución de 1917.

Curiosamente, López Obrador ha tomado la misma ruta que su ex amigo, el subcomandante zapatista, pero lo ha hecho en sentido inverso. Mientras Rafael Sebastián Guillén, mejor conocido como Marcos, inició su movimiento por la vía de la insurgencia popular armada, para después de varios años intentar transitar hacia la vía político-electoral, Andrés Manuel renunció ayer a la vía electoral para transitar hacia la insurgencia cívica, aunque hasta ahora no lo hace por la vía de las armas.

La torpeza y la irresponsabilidad del gobierno del presidente Vicente Fox, y con él la de su partido, el PAN, y la de muchos sectores sociales y empresariales que promovieron la polarización, alentaron la violencia en las campañas y apostaron a que el de López Obrador sería un movimiento de protesta "de corto alcance" y que "se desinflaría conforme pasarán las semanas o los meses", quedará exhibida para la historia. El líder iluminado en que convirtieron a López Obrador ayer anunció que no corre prisa, que tiene "todo el tiempo que sea necesario", incluso años, y que los mexicanos sabemos cuándo inició todo este conflicto -de consecuencias aún impredecibles-, pero no sabemos cuándo ni cómo terminará.

Por lo pronto, con un líder declarado desde ayer en insurgencia, una ciudad capital que sigue secuestrada en sus vialidades estratégicas y la plaza política y cívica más importante del país tomada, surgen un par de preguntas sin ánimo de inquietar a nadie: ¿Irá el presidente Fox a celebrar el grito al Palacio Nacional? Lo más seguro es que no y que huya hacia Dolores, Hidalgo. Pero el tradicional desfile militar del 16 de Septiembre, ¿también será suspendido o entrarán los soldados a la plaza tomada?






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