Sunday, September 24, 2006
Presidente espurio estubo en la gorra
México, D.F. - Domingo 24 de Septiembre de 2006
Versión para imprimir
Va el presidente electo a la boda de la hija de Fernando Canales
Fuertes medidas de seguridad aplicó el Estado Mayor Presidencial para resguardar a Felipe Calderón en la boda de la hija del secretario de Energía, Fernando Canales.
Cientos de elementos de seguridad entre militares, policías de corporaciones locales y hasta perros rastreadores de explosivos resguardaron el entorno de la Catedral de Monterrey ubicada sobre la calle Zuazua, y el sitio de la fiesta: el Museo Marco, al costado sur de la sede religiosa, a 20 metros de distancia.
Aproximadamente a las 15:00 horas Calderón arribó al aeropuerto Internacional de Monterrey y a las 20:30 horas llegó a las puertas de catedral acompañado de su esposa, Margarita Zavala, y patrullas de la Policía Federal Preventiva escoltándolo. Exactamente 12 minutos después arribó Fernando Canales con su hija Mariana del brazo.
El secretario de Educación, Reyes Tamez; el empresario Marcelo Canales, y el alcalde de San Pedro Garza García, Alejandro Páez, fueron entre otros los invitados.
Cientos de curiosos que se encontraban en la plaza Zaragoza, frente a catedral, observaban desde el segundo cerco de vallas instalado en la acera del frente la llegada de influyentes empresarios y funcionarios federales. La mayoría ignoraba quién se estaba casando y quiénes eran los invitados.
A las 21:45 concluyó la misa y en el atrio de catedral un mariachi recibió a los nuevos esposos, mientras que en la plaza Zaragoza juegos pirotécnicos y luces de bengala acentuaban el festejo.
A las 22:00 horas la pareja y sus invitados caminaron hacia Marco donde todos, incluido Calderón, para ingresar tuvieron que pasar por un detector de metales, y de ahí degustaron la cena.
"Sufragio efectivo, no imposición"
Al concluir la misa, Edgar Sierra, del grupo de jóvenes del PRD, y cuatro personas más comenzaron a gritar consignas contra Felipe Calderón.
Los manifestantes se ubicaron en la acera de frente de catedral, hasta donde pudieron llegar, el segundo cerco. “¡Sufragio efectivo, no imposición!”, “¡Felipe entiende, el pueblo no te quiere!”, fueron las consignas que gritaron.
Su protesta duró cinco minutos: Se retiraron y elementos de la policía de Monterrey los siguieron hasta alejarse lo suficiente de la zona de fiesta.
Derechos Reservados © Grupo Editorial Milenio 2006
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Va el presidente electo a la boda de la hija de Fernando Canales
Fuertes medidas de seguridad aplicó el Estado Mayor Presidencial para resguardar a Felipe Calderón en la boda de la hija del secretario de Energía, Fernando Canales.
Cientos de elementos de seguridad entre militares, policías de corporaciones locales y hasta perros rastreadores de explosivos resguardaron el entorno de la Catedral de Monterrey ubicada sobre la calle Zuazua, y el sitio de la fiesta: el Museo Marco, al costado sur de la sede religiosa, a 20 metros de distancia.
Aproximadamente a las 15:00 horas Calderón arribó al aeropuerto Internacional de Monterrey y a las 20:30 horas llegó a las puertas de catedral acompañado de su esposa, Margarita Zavala, y patrullas de la Policía Federal Preventiva escoltándolo. Exactamente 12 minutos después arribó Fernando Canales con su hija Mariana del brazo.
El secretario de Educación, Reyes Tamez; el empresario Marcelo Canales, y el alcalde de San Pedro Garza García, Alejandro Páez, fueron entre otros los invitados.
Cientos de curiosos que se encontraban en la plaza Zaragoza, frente a catedral, observaban desde el segundo cerco de vallas instalado en la acera del frente la llegada de influyentes empresarios y funcionarios federales. La mayoría ignoraba quién se estaba casando y quiénes eran los invitados.
A las 21:45 concluyó la misa y en el atrio de catedral un mariachi recibió a los nuevos esposos, mientras que en la plaza Zaragoza juegos pirotécnicos y luces de bengala acentuaban el festejo.
A las 22:00 horas la pareja y sus invitados caminaron hacia Marco donde todos, incluido Calderón, para ingresar tuvieron que pasar por un detector de metales, y de ahí degustaron la cena.
"Sufragio efectivo, no imposición"
Al concluir la misa, Edgar Sierra, del grupo de jóvenes del PRD, y cuatro personas más comenzaron a gritar consignas contra Felipe Calderón.
Los manifestantes se ubicaron en la acera de frente de catedral, hasta donde pudieron llegar, el segundo cerco. “¡Sufragio efectivo, no imposición!”, “¡Felipe entiende, el pueblo no te quiere!”, fueron las consignas que gritaron.
Su protesta duró cinco minutos: Se retiraron y elementos de la policía de Monterrey los siguieron hasta alejarse lo suficiente de la zona de fiesta.
Derechos Reservados © Grupo Editorial Milenio 2006
